
Os dejamos el manifiesto que hemos leído esta tarde en la concentración de la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza:
«Hoy día 28 de septiembre se conmemora el Día Internacional por los Derechos Sexuales y Reproductivos que se instauró en 1990 y se enfocó en sus inicios en la despenalización legal y social de la interrupción voluntaria del embarazo.
Poder decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra vida sexual que es esencial en nuestras vidas y para nuestra salud, pero a millones de personas, sobre todo a las mujeres, no se nos reconoce y se nos impide o se nos limita el ejercicio de tales derechos, o incluso se nos persigue o castiga por reivindicarlos y hacerlos nuestros.
Existen todavía muchas violaciones invisibilizadas y negadas por el patriarcado y por los hombres que las cometen debido al derecho otorgado por un sistema machista que favorece la creencia de poder disponer de nuestros cuerpos para su satisfacción sexual. Por eso es fundamental la manifestación del deseo de la mujer y consecuentemente el uso explicito del consentimiento en las relaciones sexuales.
Abogamos por el derecho a decidir de las mujeres en materia de derechos sexuales y reproductivos. La llamada maternidad subrogada se inscribe en el tipo de prácticas que implican el control sexual de las mujeres, porque alquilar el vientre de una mujer no se puede catalogar como técnica de reproducción asistida, las mujeres no somos máquinas reproductoras que fabrican criaturas.
Sin embargo en el momento presente se permite comprar y alquilar los cuerpos de las mujeres para que unos terceros tengan bebés comprados dando lugar a un mercado fluido de deseos o caprichos.
La legalización comporta siempre una mercantilización del proceso reproductivo y una explotación inaceptable del cuerpo de la mujer. Los casos de gestación subrogada altruistas son testimoniales y en cambio se genera un comercio de bebés a la carta y un gran negocio de intermediación.
En la inmensa mayoría de los casos las gestantes son mujeres pobres que encuentran en la cesión de su capacidad reproductiva una fuente de ingresos. Cuando la vulnerabilidad económica es el factor determinante, no se puede hablar de libertad ni de autonomía de las mujeres para decidir sobre su cuerpo.
Si pretendemos construir una sociedad en la que hombres y mujeres podamos convivir en igualdad y sin discriminaciones, necesitamos incrementar la formación y la información afectivo-sexual en jóvenes, adolescentes y personas adultas (docentes, padres y madres). La ausencia de una buena educación afectivo-sexual y el inicio temprano y continuo del consumo de pornografía origina que se obtengan mensajes erróneos y se generen falsas creencias en torno a la sexualidad, lo que provoca una difusa separación entre lo que es real y es ficción y esto influye notablemente en la socialización y por tanto en la relación entre hombres y mujeres. Por ello, defendemos que la sexualidad es un asunto político, ya que el hecho de que las mujeres estemos sujetas a la violencia sexual toda nuestra vida nos mantiene en una continua posición de subordinación.
La hipersexualización y la cosificación de la imagen de las mujeres bajo los parámetros del porno juegan un papel fundamental para convertir a las mujeres en productos y mercancías en el imaginario colectivo.
Por eso cada año en estas fechas nos vemos obligadas a insistir en la implementación de medidas pedagógicas para educar a la población en el respeto al cuerpo de la mujer. Queda todavía mucho por hacer y la muestra son las noticias que conocemos a diario en los medios de comunicación, falta concienciación social del problema en la sociedad.
Por eso hoy estamos aquí para recordar que son nuestros derechos y tenemos que conocerlos, difundirlos y defenderlos.»
